Tres novelas exóticas
EAN: 9788420410876
Editorial: Alfaguara
Nº Páginas: 280
Fecha edición: 2015
Materia(s): Narrativa
Colección: Hispánica
Tres novelas exóticas
Rey Rosa, Rodrigo

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Un viaje al corazón de la naturaleza humana a través de tres pequeñas obras maestras.
Por el ganador del Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso y el Premio siglo XXI.
Leerlo a Rodrigo Rey Rosa es aprender a escribir y también es una invitación al puro placer de dejarse arrastrar por historias siniestras o fantásticas.
Roberto Bolaño
Una escritura despojada hasta el máximo, en la que ninguna palabra sobra, y sin embargo envolvente y sensual hasta rozar lo obsesivo, casi como un sueño vivido.
Pere Gimferrer
Las novelas escritas por guatemaltecos son, por definición, exóticas. Las novelas guatemaltecas ambientadas en la selva del Petén, en África del Norte o en el sur la India pueden no tener el encanto de lo extraño, pero deben llamarse, en rigor, exóticas , declara el autor en su introducción a este volumen memorable.
Escritor errante, Rodrigo Rey Rosa es un maestro a la hora de retratar las geografías que ha conocido y a los seres humanos que las pueblan. Marruecos, la India y las antiguas tierras mayas en la selva de Centroamérica acogen las novelas aquí recogidas -Lo que soñó Sebastián, La orilla africana y El tren a Travancore (Cartas indias)-: tres historias para viajar y atesorar.
La crítica ha dicho...
Rodrigo Rey Rosa pone al lector "fuera de sí", lo hace soñar, lo trastorna, lo domestica y, después, en un perfecto smash, lo envía lejos de toda certidumbre.
Claude-Michel Cluny, Le Figaro Littéraire
Discípulo libresco de Jorge Luis Borges, primero, y en directo de Paul Bowles, después, Rodrigo Rey Rosa es un narrador sin patria ni tradición, marcado por la austeridad ejemplar de su escritura.
Miguel Mora, El País
Rey Rosa crea historias de proporciones míticas.
Jonah Raskin, San Francisco Chronicle
No hay duda de que Rey Rosa es uno de los mejores escritores del momento.
Raquel Luzárraga, Quimera
Un implacable testigo, aunque jamás un cronista, del cruce y el conflict